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«Toda mi infancia es pueblo. Pastores, campo, cielo, soledad.
Sencillez, en suma. Yo me sorprendo mucho cuando creen que esas cosas que hay en mis obras son atrevimientos míos , audacias de poeta.No.Son detalles auténticos, que a mucha gente le parecen raros porque es raro también acercarse a la vida con esta actitud tan simple y tan poco practicada.: ver y oír…A mí me interesa más la gente que habita el paisaje que el paisaje en sí mismo.Yo puedo estarme contemplando una sierra durante un cuarto de hora,pero enseguida corro a hablar con el pastor o el leñador de esa sierra.Luego, al escribir,recuerdo uno de esos diálogos y surge la expresión popular auténtica.Tengo un gran archivo en los recuerdos de mi niñez; de oír hablar a la gente.Es la memoria poética y a ella me atengo .» 
Coroque* no hay mejores palabras que las de un hombre, Federico García Lorca, que una mujer ha tomado prestadas como introducción a «Por un medio rural vivo»,  capítulo 5 de la segunda parte de un libro que nace para dar voz a quienes la han tenido apagada, las mujeres rurales.
Mujeres rurales de antaño en el archivo de los recuerdos de tantas mujeres rurales de hogaño como María Sánchez, escritora  de «Tierra de mujeres». María Sánchez, joven andaluza de la familia de «las Gorditas». A ellas, su tatarabuela,abuela y madre dedica una obra que es ,como ellas , memoria poética de unas vivencias a las que no somos ajenas tantas y tantas congéneres que hoy seguimos creyendo,amando y viviendo en tantos y tantos pueblos hoy objeto no del deseo sino del interés de quien, fruto de europea moda, ve en ellos fuente en la que saciar  sus ambiciones políticas, mediáticas y materiales. Mero «gólfi» que es como en nuestra Andalucía rural dicen de lo que apenas tiene leve baño dorado. Ellos- escritores, periodistas,políticos, investigadores y demás gente tan importante como urbanita-poco se mancharán los zapatos de barro rural. Todo lo más, y para  testimoniar su generosa aquiescencia campera , se harán un «selfi» que , eso sí, ya se encargarán de compartir para ilustrar sus teóricas ponencias, su mediática y puntual presencia: «Selfi-golfi»
Después de no pocas experiencias frustradas con supuestas asociaciones que dicen nacer como redentoras, hoy soy totalmente escéptica  con todo aquello que me convoque en nombre de la despoblación. Por eso, sí, confieso que tan escéptica he sido con «Tierra de mujeres» como con su autora,a quien conocí hace dos años en un evento sobre Cultura y Mundo Rural en el que, como suele ocurrir y como bien decía Federico, mucho interesó el paisaje- muy rural y a la par atractiva fue la sede de su celebración- pero poco o más bien nada la gente que lo habitaba y que brilló por su ausencia. Ya se sabe, el desarrollo rural, el in-sostenible ,tiene idéntico lema que el Despotismo Ilustrado: Todo para el pueblo pero sin el pueblo.
Pese a mi escepticismo y porque siempre creeré en las oportunidades que ,por cierto, escasamente nos llegan a las mujeres rurales y libres de etiquetas, me permití adelantarme al 8 de marzo con un capricho en mí tan permanente como necesario: el libro. En este caso, subí a mi anaquel «Tierra de mujeres», escrito por una mujer de tierra,alcornoque, olivo y huerto: María, la primera en ejercer un oficio tan «masculino» y universitario como el veterinario en el que abuelo y padre le preceden.
@MariaMercromina en esa «red del pío pío» que es Twitter , «una veterinaria que escribe» y con la que comparto «Tierra de mujeres» que es mucho más y mejor que un ensayo hecho libro. Es vida y tantas sensaciones como hay en ella: esperanza, gratitud, reconocimiento, esfuerzo pero también olores, sabores, sonidos, texturas…todo en ese ambiente rural que sólo reconocemos quienes lo conocemos, amamos y deseamos tan vivo como auténtico y, por supuesto, tan diverso como alejado a esos parques temáticos en que pretenden convertir nuestros pueblos quienes no hallan mejor estrategia que la de envolvernos en plástico. ¡Y prohibir ! Que no falte cualquier prohibición que evite salirse de lo políticamente correcto.
María Sánchez no lo es…políticamente correcta, digo. Tampoco  soez, ordinaria, paleta o inculta, que es lo algunos todavía creen patrimonio rural. María es amable y emotiva a la vez que irónica y jovial. María es mujer rural de verdad, no «golfi» ni «de salón» y como tal sabe de lo que habla y habla de lo que sabe.
De vida rural, que es la agricultura y la ganadería y mucho más. De feminismo, que es creer y querer las mismas oportunidades para mujeres y hombres, no mejores ni peores.De sororidad, que no es el fundamentalismo doctrinario, sino la empatía en tierra de mujeres. De implicación, que es la participación plena e igualitaria de mujeres y hombres, de rurales y urbanos, de civiles y políticos: laissez faire, laissez passer
«Tierra de mujeres» nos lleva a aquellos pero, sobre todo, a aquellas que trabajaron y cuidaron la tierra y nunca fueron reconocidas.Todavía las hay, pese a que quizá oportunistas lemas digan que nos hallamos en tiempo de mujeres y oportunistas campañas reivindiquen esas tierras de silencio en que pretenden sumir al paisaje rural.
No con el silencio de María Sánchez. Tampoco con el mío, que convertiré su «Tierra de mujeres» en manual práctico en esa docena de acciones formativas por el empoderamiento de la mujer que mejor que impartir, compartiré en tierra de mujeres como es la castellana y la andaluza.
¿Sobrevivir escribiendo será una manera ciega de ser útil a la especie? se preguntaba María Gabriela Llansol y se sigue preguntando María Sánchez en «Tierra de mujeres » donde también responde :
Amigas,hermanas, compañeras,sí.Creo que sí.Creo que todavía estamos a tiempo
* Coroque: «creo que» en el tradicional y popular habla piñonera (San Clemente de La Mancha)

9 respuestas a “Un libro para rescatar la memoria poética de aquellas todavía invisibles, Tierra de mujeres

  1. No quiero hojas en blanco, tampoco preguntas que nunca podrán responderse. Yo quiero ser ese manto, ese cobijo para ellas…
    Sabias pabras llenas de compromiso..
    Sororidad compañeras rurales..

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