Tú que pasas y levantas contra mi tu brazo, que inconsciente me zarandeas, antes de hacerme daño, mírame bien.
Yo soy el armazón de tu cama, la madera de tu barca, la tabla de tu mesa, la puerta de tu casa, la viga que sostiene tu techo, la cama en que descansas.
Yo soy el mango de tu herramienta, el bastón de tu vejez, el mástil de tus ilusiones y esperanzas.
Yo soy el fruto que te nutre y calma tu sed, la sombra bienhechora que te cobija contra los ardores del sol, el refugio bondadoso de los pájaros que alegram con su canto tus horas y que limpian tus campos de insectos.
Yo soy la hermosura del paisaje, el encanto de tu huerta, la señal de la montaña, el lindero del camino.
Yo soy el calor de tu hogar en las noches largas y frías del invierno, el perfume que embalsama a todas horas el viaje que respiras, el oxígeno que vivifica tu sangre, la salud de tu cuerpo y la alegría de tu alma; y hasta al fin, yo soy el ataúd que te acompaña al seno de la tierra.
Por todo eso, tú que me miras, tú que me plantaste por tu mano, tú que me diste el ser y puedes llamarme hijo… óyeme bien, mírame bien… ¡y no me hagas daño!
Versos en los que, haciendo camino al andar por lares lisboetas, el Ingeniero libre , halló la esencia de la vida .
Poema de anónima autoría igualmente presente en parques españoles- Gijón, Lugo, Vilassar de Mar-e incluso allende esos mares- Buenos Aires- que aquel quijote manchego cruzó tantas veces desde aquella primera en el Reina de los Mares el 30 de septiembre de 1904. Estrofas que quiso copiar y guardar como documento de una vida cuyo otoño cumplidamente había cruzado.
Se llamaba Mónico Sánchez González, nació en Piedrabuena, La Mancha, a las 11 de la noche de un 5 de mayo de 1880 y, aunque se le quedara pequeña la Muy Noble, Muy Leal y Fidelísima Villa manchega, por méritos propios y también por los piñoneros de Don Julián Moreno Pinedo, no sólo pació sino que hoy es Muy Noble trozo de San Clemente de La Mancha para orgullo de alguno de su paisanaje, entre el cual me incluyo .
No es por azar por lo que hoy 27 de febrero, cuando se cumplen 62 años de la muerte de Isabel, su esposa , y en el año en que se cumplirán 60 de la suya, quiera compartir emocionantes descargas en mí provocadas por El rayo indomable . No todas, cierto, que haberlas haylas tan tímidas por vergüenza manchega que ¡ Voto a Rus no dé yo un ardite por desvelarlas ! Pero vayamos al libro que hoy pasa a engrosar mi e-anaquel…
No fue por azar que allá por 2012, creo recordar, y precisamente en la calle del Arco de mi querido San Clemente de La Mancha, viniera a encontrarme con un paisano de cuyo nombre sí quiero acordarme aunque no cite .Paisano que sabiendo de mi pasión por las Letras, supongo, me habló de un proyecto con ellas relacionado. Me habló de sus deseos de escribir una historia para mí hasta entonces ignota y que resumió en el amor entre una antepasada suya y alguien que a San Clemente había venido en busca de un futuro .Futuro que pudo ser halagüeño pero el clasista rechazo dejó en era. Bueno, afortunadamente-ver flor en cardo, a él empentó a un tendero hijo de un tejero, que este era todo su pedigree.
El dinero hace milagros. Hay muchachas de buen ver en San Clemente que no vacilarían en dar el sí a un tendero con su propia tienda.
Lo escuché con interés y le animé a escribir la historia y, puesto que manchegos éramos y San Clemente lugar cervantino así documentado en capítulo XXV de la II parte de El Quijote, cuyo IV Centenario se conmemoraría en 2015 ¿qué mejor ocasión para la publicación de su libro ? Sobre ello le insistí y de su idea no supe más.
Indagué ¿cómo no ? y tampoco por azar mis pesquisas hallaron respuesta-cierto que llena de recelos- en quien precisamente hogaño moraba en lugar donde antaño lo hiciera Remedios que aquel era el nombre de la sanclementina que fue amada y amó a aquel tendero. Amor que la pequeñez de un clasismo provinciano no impidió pese a que la historia no acabara en el tópico «Fueron felices y comieron perdices «. No tengo duda de que ,como mujer y como ha venido sucediendo siempre, fue Remedios la que más perdió, que si aquel quijote piedrabuenero pareció pequeño para ambiciones familiares de un lugar donde a la pobre capa de abajo le estaba vetado mezclarse con la de enmedio ¡ con la de arriba ni nombrarla ! pequeño, mucho, quedó San Clemente para las realidades de quien, gracias a ello, llegó a Ingeniero libre.
Los renglones torcidos de Dios, que dicen. Los mismos que cinco años después de aquel encuentro , provocaron mi reencuentro con Mónico . Fue en Santa María del Campo Rus (un pueblín de casas bajas) donde hay una posada: la Posada Real de Santa María. Fue el Día del Libro 2017 , no podía ser otra fecha, y fue otro renglón torcido con figura de sanclementino despistado ( así quise creerlo) quien puso nombre al amado de la paisana Remedios ¡ y con qué pasión ! Él no habló de amores, sino de Rayos X, de inventos y de magnificencias de un tal Mónico Sánchez que restó protagonismo a esa «Casa Luna», libro de mi amigo ubetense Miguel Pasquau que ese día presentaba en Un punto del mapa manchego
En esa tertulia Mónico Sánchez se hizo más real y no ya como hombre enamorado y despreciado sino como genio universal mcreciendo mi interés hasta 2020, CXL Aniversario de su nacimiento. Busqué y seguí noticias que hablaban del inventor de la maleta mágica «uséase» , el aparato portátil de Rayos X y, por fin, a comienzos de 2021, un tuit me llevó a El rayo indomable que rápidamente encargué a Pitu, mi librera favorita de San Clemente ¡ qué mejor lugar !
El rayo indomable me interesó mucho más por su contenido que por su continente, he de confesarlo. En él no busqué lo hallado: una literatura amena y armónica con la historia. además de respetuosamente amable con el pueblo que , aún en parte ajeno, despreciara a Mónico. Tampoco creí que junto a Piedrabuena, .su pueblo, San Clemente , el mío , tuviera máximo y permanente protagonismo en la vida de un hombre que bien merece ser conocido y reconocido en esta Villa como en toda La Mancha donde bien podríamos aprender de quijotes como él, que así se manifestaba hace 103 años, en 1918:
Es vergonzoso que por falta de cultura y espíritu de asociación , La Mancha entregue al comercio extranjero a precios apenas remuneradores, productos como el vino y el aceite que pueden trabajarse en los puntos de producción con los mismos cuidados y refinamientos que lo hacen los franceses e italianos
Y ahora que tan de moda está hablar del mundo rural -otra cosa es trabajar en y por él,-cuando como hongos surgen expertos (de salón) en despoblación a los que se le llena la boca de rimbombantes «palabros»- telequinesis, economía plateada, España vaciada-bien podríamos echar la vista atrás y aprender de quien en su pueblo de no más de 4000 habitantes promovió la sostenibilidad endógena y la diversificación, que decimos ahora son clave del desarrollo rural :
Aquí se respira mejor que en Nueva York y todo está por hacer. Si no entrega uno su esfuerzo a su propio pueblo, ya me dirá usted.
El pueblo vio en la empresa de Mónico una oportunidad nueva de empleo y formación que escapaba al destino rutinario de las labores del campo, las tiendas o la albañilería
La incultura de la cuna como origen del dinero rancio no casó con el temperamento de Mónico que buscó la cultura como fuente de su propio desarrollo y futuro para sí y su tierra.¡ Ay la cultura ! Poco hemos cambiado respecto a un siglo atrás , cuando se celebraban los tres siglos del Quijote, en La Mancha…
Don Ruperto, el maestro, dice que es una pena que obra tan universal no llegue a todas las casas.
Cultura que es tradición aunque no sólo de ella viven los pueblos…
Las tradiciones son buenas, pero una tierra no prospera sólo con tradiciones. Hace falta voluntad, empuje, riesgo.
Cultura y ciencia, que #SinCienciaNoHayFuturo y tampoco en esto han cambiado demasiado las cosas…
El pobre (maestro) está a la cuarta pregunta porque en España, la ciencia no se paga como se debería
Gracias a la Ciencia, Mónico Sánchez Moreno, tuvo futuro .Gracias a la Ciencia y a la conciencia de una mujer y dos hombres manchegos . Ella, Lucía, llena de fe en el hijo que siempre encontró apoyo su apoyo por el que también siempre la tuvo presente reivindicando su materno apellido ¡ Olé, Mónico ! Ellos, Don Ruperto, su maestro que quiso y supo ver en él ese rayo indomable como, más tarde en San Clemente, Don Julián Moreno Pinedo, su jefe, maestro tendero pero también vital, compañero, amigo y hasta alcalde ( 1914/1917) aunque en nada semejante a aquellos que tan bien rebuznaron en quijotesca aventura.
Gracias a la fe que tuvo en sí mismo, aquel joven que apenas había ido a la escuela, se hizo tendero. Primero por cuenta ajena y después por la propia; aprendió Inglés en unos meses: estudió Ingeniería en Londres por correspondencia ; emigró a Estados Unidos donde desarrolló su actividad en diversas empresas de ingeniería eléctrica hasta , tras la creación de su maleta mágica de Rayos X portátiles ,fundar la suya propia, la Electrical Sánchez Company , y en el otoño de 1910 regresar a su Goodstone vulgo Piedrabuena. Pueblo sin agua, sin luz, sin buenas comunicaciones y con el ya familiar rechazo provinciano de envidiosos caciques, a la inversa quiso equiparar su hazaña con la de aquellos españoles que descubrieron las Américas y en Piedrabuena creó su centro de proyección internacional. En Piedrabuena, su pueblo, fue conformando una vida de 81 años en la que familia, trabajo, paz y humilde orgullo fueron mieles que convivieron con hieles con sabor a muerte, envidia y una guerra y posguerra incivil de la que Mónico fue víctima de los hunos y los hotros
¡ Ay , Hombre viejo de Salamanca, qué cerca estuvo de ti !
Guerra Incivil que llevó al Ingeniero libre a mi terreta, que en Valencia hubo de buscar puntual refugio para después volver a empezar con nuevas dificultades entre las que no faltaron nuevos recelos, nuevas pérdidas y también nuevos encuentros con aquella Remedios pero de eso y para saber más, no hallo mejor recomendación que leer El rayo indomable.
Una buena novela basada en la biografía de un universal y real quijote manchego y universsal-no existen muchos- escrita por un buen amigo de las Letras también manchego, el periodista Manuel Valero, y asesorado por un nieto de Mónico, Eduardo Estébanez Moreno . ¿Se puede pedir más? Lo tiene: una edición más que correcta- no he hallado un sólo error ortográfico- y completa, que incluye apéndice documental gráfico. Por añadidura , manchega y no sé si con sal, sí con carbón es su edición : Ediciones Puertollano.
Recomendable El rayo indomable, un libro que ha despertado mucho más mi admiración por el piedrabuenero piñonero Mónico Sánchez Moreno que , aún rechazado en San Clemente, igualmente merece el orgullo y reconocimiento de este querido lugar de La Mancha en el que aprendió, amó, soñó y despertó a una realidad que después forjo e hizo universal pero aquí ,en San Clemente de La Mancha, y del desprecio nació.
¿Renglones torcidos de Dios ? cada cual es tan libre de hacer su propia lectura, extraer sus propias conclusiones e incluso deleitarse con sus propios sueños. En mí ha nacido uno que merecen manchegos como Mónico Sánchez Moreno o Julián Moreno Pinedo . Sueño tan posible como habría de ser la presentación de El rayo indomable en San Clemente con la dignidad que tanto libro como el lugar merecen. Qué mejor si con el imprescindible apoyo de otro manchego. No importa si este nacido en Madrid cuando en La Mancha y como esos animales que son su científico y vocacional oficio, pace y por un mejor futuro de la UCLM trabaja. En La Mancha y , como Mónico, mucho se empecina en que #SinCienciaNoHayFuturo y sin voluntad, tampoco.
Un sueño posible con el mejor colofón que impida seguir cayendo en el olvido la memoria de quien, por méritos propios cimentados en el amor, hoy es un trozo de San Clemente y en una calle de esta Muy Noble, Muy Leal y Fidelísima Villa merece figurar su nombre . Es sueño que no está en mi mano pero ¡ ahí queda eso !
En la mía , tanto a quienes antaño fueron -Mónico, Lucía, Don Ruperto, Don Julíán, Juan, Angelita, Isabel y , por supuesto, Remedios-como a quienes son hogaño y han tenido justa voluntad de rescatarlos del olvido : Manuel, Eduardo, Blas, Víctor…
¡ GRACIAS y que no cese de alumbrarnos El rayo indomable !